De niña y adolescente eres prisionera del príncipe azul; a los 20 mantines el sueño, pese a la evidencia de ver como son tus novios, y por eso llegas a los 30 con todas las desilusiones: la de la pareja, la de ser madre, la de la familia... A los 40 llegas a la aceptación de que no habia un sólo príncipe azul, sino unos cuantos hombres corrientes, como tú. Hay que retorcerle el cuello al maldito príncipe azul... Tenemos que trabajar juntos hombres y mujeres, porque a los hombres también les han convencido de que algún día ellos serán este príncipe, único y eterno. Tenemos que liberarnos de esta idea para amar a los hombres como son. Y no necesariamente a uno solo, sino a los que seas capaz de amar en cada momento.
Eliette Abécassis, profesora e filosofía, coautora del manifiesto post feminista
La Contra de la Vanguardia 20 de setiembre 2008
4 comentaris:
¡Magnífico escrito por la igualdad!
Hola Gloria: Me acordé de ti cuando lo pasaba. Besos
Un comentario muy realista, las madres les hacen, les hacemos... creer eso y luego las esposas... recibimos lo que hay... uffff.
Bon dia!
Hola Joana!
Tenim una mica de culpa, veritat?
Petonicos
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